En 2009, la sonda Kepler comenzaba su periplo galáctico a la caza y “captura” de diferentes planetas. Cada 80 días aproximadamente dedicaba su ojo avisor a detectar candidatos planetarios y hasta ahora, gracias a Kepler se ha confirmado una colección de 1.041 mini neptunos, imitadores de Júpiter de elevadas temperaturas y enormes planetas similares a la Tierra.
Pero estos días algo comenzó a funcionar mal en sus entrañas y Kepler disparó su modo emergencia, la primera vez que ocurre en siete años de misión alrededor del Sol.
“La respuesta rápida y la determinación de los ingenieros fue lo que permitió la recuperación de la sonda – asegura el jefe de la misión, Charlie Sobeck –. Estamos profundamente agradecidos por sus esfuerzos, y por el gran apoyo de los aficionados y seguidores de todo el mundo.”
El equipo de Kepler descubrió que la nave había activado el modo de emergencia al realizar un control programado. En este modo, Kepler realiza un uso intensivo de su escaso combustible: en 2014, Sobeck dijo a Los Angeles Times que la nave tenía probablemente para alrededor de 2,5 años de combustible, quizás un poco más.
De acuerdo con Michele Johnson, portavoz de la Nasa, no está claro qué causó que Kepler entre en este modo: “Esa es una pregunta que no seremos capaces de responder por algún tiempo. La prioridad es conseguir que la nave vuelva a hacer su trabajo, pero asegurándonos que las medidas adoptadas son seguras.” Aquí se puede acceder al minuto a minuto de su reparación.
La nave espacial lleva a cabo períodos más o menos de 80 días de observación, conocidas como campañas, antes de que sea reorientada hacia un nuevo objetivo. Ahora estaba a punto de comenzar la novena campaña, que rastrearía hacia el centro de la galaxia buscando planetas lejos de sus estrellas – como Júpiter y Saturno hacen – e incluso la caza de planetas que no tienen ninguna estrella. El problema es que la “ventana” de tiempo para ver esta región, se cierra el 1 de julio y puede que ella se pierda explorar esta zona y nosotros de conocer otros mundos.

Juan Scaliter