Vivimos en un mundo paranoico. Y, como si no tuviéramos ya suficientes amenazas, hay a quien le ha dado por pensar: ¿y si nos atacan los aliens? Puede sonar descabellado, pero hasta el mismísimo Stephen Hawking ya advirtió no hace mucho que si existieran civilizaciones extraterrestres, no tendrían que ser forzosamente amistosas. Vamos, que el riesgo parece que existe, aunque solo sea en un plano teórico e hipotético.

Y como es bueno ser precavidos, un equipo de investigadores de la Universidad de Columbia han ideado un ingenioso método que puede ayudar a mantener nuestra civilización a salvo de la amenaza alienígena. Dicha hipótesis se basa en el hecho de que nuestra tecnología no nos permite estudiar los mundos lejanos. Tan solo sabemos de su existencia por los cambios que esos planetas extrasolares provocan en el brillo de la estrella en torno a la que orbitan. Analizando esas variaciones luminosas se puede saber, por ejemplo, si el planeta está en una zona habitable.

Los científicos han partido de la hipótesis de que una posible civilización extraterrestre estudaría el Universo de un modo muy similar. Por eso, lo que proponen es camuflar literalmente nuestro planeta, para mantenerlo a salvo de las miradas indiscretas procedentes del espacio exterior. ¿Y cómo pretenden lograrlo? Disparando un láser de 40 magavatios durante diez horas al año. De esta forma, se compensaría el oscurecimiento que proyecta nuestro planeta a años luz de distancia, y se podría hacer creer a los aliens que la Tierra es una roca fuera de cualquier zona habitable.

Ahora falta que los extraterrestres (si finalmente están ahí) se traguen la estatagema. Por otra parte, seguro que habrá quien se pregunte: ¿y quien protegerá a los aliens de nosotros? Para eso parece que no hay respuesta.

Redacción QUO