La periodicidad de las extinciones masivas en la Tierra, como se puede ver en el registro fósil, podría estar relacionada con un presunto noveno planeta, según afirma un estudio publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society. De acuerdo con su autor, Daniel Whitmire, de la Universidad de Luisiana, el responsable sería el aún no descubierto Planeta X, que desencadenaría lluvias de cometas a intervalos de aproximadamente 27 millones de años.
Ya en 1985, Whitmire señaló la conexión entre el Planeta X y las extinciones en masa en un artículo publicado en la revista Nature.
Aunque los científicos han intentado localizar al Planeta X durante el último siglo, la posibilidad de que verdaderamente exista recibió un gran impulso recientemente, cuando investigadores de Caltech dedujeron su existencia en base a anomalías orbitales observadas en los objetos del cinturón de Kuiper, la región de cometas y otros cuerpos más grandes, más allá de Neptuno. Si los cálculos son correctos, el Planeta X tendría unas 10 veces la masa de la Tierra y se encontraría mil veces más lejos. Para Whitemire, sin embargo, las cifras no son tan altas: el planeta X tendría como mucho cinco veces la masa de la Tierra y se hallaría a un centenar de veces la distancia al Sol.
La teoría expuesta por Whitemire es que, a medida que el Planeta X gira alrededor del Sol, la órbita levemente inclinada, impacta contra diferentes cometas del cinturón de Kuipert, lanzándolos en dirección al sistema solar interior. Los cometas no sólo chocan contra la Tierra, también se desintegran a medida que se acercan al sol, reduciendo la cantidad de luz que llega a la Tierra.
El único obstáculo es que quizás haya que hacer un poco de encaje de bolillos para conseguir que las extinciones masivas coincidan con las “mareas de cometas” que provocaría el planeta X.

Juan Scaliter