Un dominguero puede olvidar el mechero, pero nunca el limón para la paella. Y si para colmo ese dominguero es cuñado, científico o tiene un arrebatador alma de MacGyver, puedes dar el problema del fuego por resuelto. ¿Quieres convertirte tú mismo en un salvador de barbacoas campestres? pues no puedes perderte este vídeo elaborado por el canal NorthSurvival donde te explican detenidamente cómo hacer frente a esta situación de crisis con un simple limón.

La idea principal es transformar la fruta en una batería improvisada y conseguir producir una chispa sobre algún material de ignición fácil. Para llevar a cabo el experimento necesitas:

  • Monedas de cobre o zinc o lana de acero.
  • Seis clips de cobre.
  • Seis clavos de zinc.
  • Cable.

La técnica es muy simple. Tras haber reblandecido el limón frotándolo con tus manos, el primer paso es clavar en fila india los clips y, posteriormente, fijar los seis clavos en la misma posición sin que tengan contacto entre ellos. Con esto, ya tenemos un circuito en paralelo.

Una vez tenemos el circuito montado, el siguiente paso es conectarlo con un cable de aluminio para que funcione. Para hacerlo correctamente, hay que trenzar el cable cogiendo el primer clip con el segundo clavo, el segundo clip con el tercero, etc. El clip y el clavo sobrante sirven a modo de negativo y positivo. Ahora viene lo divertido: el chispazo. Este se produce gracias al contacto de la punta de ambos cables sobre la lana de acero o las monedas de cobre o de zinc. Para conseguir una buena llama, solo tenemos que acercar un papel al chispazo y ¡voilà! todo listo para empezar la barbacoa.

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Fuente: NorthSurvival

Redacción QUO