¿Te imaginas a un dinosaurio de cinco metros de altura bailando a lo Tony Manero? Pues los sapos no podrán bailar flamenco como decía en su canción Ella baila sola, pero un grupo de investigadores de la Universidad de Colorado en Denver ha demostrado que los dinosaurios se marcaban salerosos movimientos rítmicos con el fin de conquistar a las «señoras» dinosaurio o para aterrorizar a sus rivales.

La investigación, que ha sido publicada en Nature, expone numerosas evidencias físicas de este hecho. Se basan principalmente en rasguños en la piedra, una prueba de que los dinosaurios realizaban ceremonias de cortejo muy parecidas a las de las aves de hoy en día. Los arañazos han sido avistados en tres sitios distintos: uno en Dakota y otros dos en Colorado. Su tamaño y su profundidad sugiere a los investigadores que fueron realizados por terópodos (del grupo del tiranosaurio y los velociraptores).

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Hasta ahora, los científicos sabían de la existencia de estas ceremonias de conquista, pero no tenían pruebas físicas y evidencias científicas de ello. Fuente: Nature.

Redacción QUO