Peter Gendelman y Mohammad Hater, directores de una excavación arqueológica en la ciudad de Cesarea, Israel, desenterraron el día 24 de diciembre la estatua de un carnero en una antigua iglesia bizantina. Aunque no está claro si se trata de una obra realizada por artistas bizantinos o por romanos y luego llevada a la iglesia, se trata de una obra hecha en mármol, de unos 30 centímetros de altura y tallada con gran pericia.
«Cesarea no deja de asombrarnos – confiesan Gendelman y Hater en un comunicado de prensa – y una evidencia de ello es la delicadeza de esta increíble estatua”. Los carneros y los corderos son utilizados frecuentemente en el arte cristiano para representar la fe o al propio Jesús, se explica en el mismo comunicado elaborado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel. “En los primeros tiempos del cristianismo, Jesús no era retratado como una persona – señalan Gendelman y Hater – para ello se utilizaban símbolos y uno de ellos era el carnero”.
Pero también podría tratarse de otra representación ya que al dios griego Hermes (el Mercurio de los romanos) o al egipcio Amón también se los relacionaba con este animal.

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La estatua fue hallada en una iglesia del siglo VI y VII, pero, de acuerdo con los expertos, también podría haber sido tallada con anterioridad y luego incorporada a la estructura”.
Se han encontrado representaciones de carneros de más de 9.500 años de antigüedad en esta región.

Redacción QUO