Cuando el ser humano se siente vigilado se vuelve más precavido y prudente. Esa es una realidad universalmente conocida. Lo curioso es que no hace falta que las miradas que la persona siente sobre sí sean auténticas. Un poster o una valla publicitaria con unos ojosa gran tamaño surten el mismo efecto. Así lo prueba un estudio realizado en la Universidad de Newctasle. Ese campus británico era conocido por sufrir una oleada de robos de bicicletas. Tras instalar un gigantesco panel en el parking de la Universidad, con unos ojos vigilantes, el porcentaje de hurtos descendió un 62%.

Y no es la primera vez que se prueba una medida similar. El departamento de policía de la ciudad británica de West Midlands, colocó en su calles en 2013 una serie de enormes posters con ojos que parecían mirar fijamente. El resultado es que los delitos en dicha localidad han disminuído un 40%, aunque nadie pede asegurar que se deba únicamente a dicha medida.

Redacción QUO