Según una nueva investigación, los bonobos, nuestros parientes más cercanos en el reino animal, podrían abrirnos la puerta para conocer la evolución del lenguaje humano.
El estudio, publicado en la revista PeerJ, se centra en los chillidos que estos primates utilizan para comunicarse entre sí. Los sonidos, aunque muy simples en apariencia, estarían más cerca del lenguaje humano que cualquier otra vocalización del reino animal.
Los investigadores aseguran que estos llamados, son muy parecidos a los sonidos que hacen los bebés antes de aprender a hablar, llamados protofonemas. El balbuceo del bebé se distingue del gruñido animal en que no varía dependiendo del contexto emocional, algo que sí se puede apreciar en los animales en los que el tono cambia si existe agresión, alarma, atracción o dolor.
Lo sorprendente es que los balbuceos de los bonobos parecen responder al mismo patrón humano. Después de examinar 11 horas de grabación de cada miembro de una comunidad de estos parientes cercanos, los investigadores descubrieron que los bonobos, pese a tener diferentes frecuencias acústicas que respondían al contexto, utilizaban los mismos sonidos en circunstancias neutras y positivas. esto es conocidos por los expertos como flexibilidad estructural, un precursor evolutivo del lenguaje y es la primera vez que se observa en una especie no humana. Si el hallazgo se confirma podríamos ser capaces de señalar cuando comenzó nuestro camino al lenguaje, entre 6 y 10 millones de años atrás, cuando nuestros ancestros se separaron de los grandes simios.
“Será preciso realizar más investigaciones en nuestros evolutivos antes de que podamos sacar conclusiones acerca de la singularidad humana” – explica la principal responsable del estudio Zanna Clay, de la Universidad de Birmingham –. Cuanto más miramos, más continuidad encontramos entre los animales y los seres humanos”

En este vídeo se puede escuchar los sonidos que emiten los bonobos.

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Juan Scaliter