Un grupo de arqueólogos de Dinamarca han desenterrado cerca de 2.000 pequeñas espirales de oro en un campo en el este del país. Estos “rizos dorados” tienen unos 3 cm. de longitud y datan de entre el 900 a. de C. y el 700 a. de C, según Flemming Kaul, del Museo Nacional de Copenhague, líder del proyecto. Pero tanto él como su equipo no están muy seguros de qué representa o para qué se usaban. «El hecho es que no sabemos para qué servían – explica Kaul –, aunque me inclino a pensar que eran parte de una túnica de una figura de la realeza o un sacerdote, tal vez parte de una corona o una sombrilla, o tal vez estaba tejida en tela,». Las espirales de oro serán exhibidas en el Museo Skaelskor, la semana que viene.
El metal fue desenterrado en la zona Boeslunde, una región rica en piezas de oro de la Edad de Bronce. Allí también se encontraron varias copas y anillos de oro en los últimos 200 años. Junto a los restos, se halló una caja forrada de piel lo que sugiere que las espirales fueron objeto de culto en la época en que los antepasados de los daneses adoraban al sol, de acuerdo con la arqueóloga Kirsten Christiansen, del Museo West Zealand. Christiansen está llevando a cabo nuevas excavaciones en la zona, en caso de que haya más tesoro aún por descubrir.

Juan Scaliter