Los científicos chinos llevan mucho tiempo empeñados en saber si los animales son capaces de predecir terremotos o tsunamis. Ahora, ese deseo se ha convertido en una investigación formal, razón por la que han convertido siete granjas de la provincia de Nanjing en estaciones sismológicas.

Para llevar a cabo su peculiar experimento, monitorizarán el comportamiento de más de 200 cerdos, 2000 gallinas y un estanque de peces y sapos de 15 hectáreas. También participarán pandas, serpientes, perros, gatos, pájaros, hormigas y abejas. Según explica el Instituto de Zoología de la Academia China de Ciencias, existen 58 animales que son sensibles a los movimientos previos al seísmo, ya que son sensibles a los infrasonidos.

Para que nada pueda salir mal, las granjas elegidas como estaciones sismológicas deben cumplir varias condiciones con el fin de no dar pronósticos fallidos. Además, los investigadores han realizado una lista de aquellas actitudes que pueden ser sospechosas por parte de los animales y que pueden ser una prueba de un inminente terremoto, como por ejemplo que un pollo se suba a un árbol, que los sapos regresen a su guarida o que los peces salten por encima del agua.

Según Zhou Hongbing, un granjero que ahora investiga terremotos en el Parque Ecológico Banquiao, hay que ser detallistas en el análisis del comportamiento animal «ya que los pollos también se suben a los árboles cuando hace calor», lo que podría resultar un falso positivo. También ha reconocido que necesitan «al menos tres especies de animales distintos para poder contar con un número fiable de muestras».

Para ellos esta investigación podría ser de gran ayuda. Según explican, seis semanas antes del terremoto de 1975 en Liaoning los gansos se negaron a entrar en sus refugios y las serpientes que estaban hibernando se largaron de sus cuevas. Antes del seísmo acaecido en Tangshan, también observaron como hordas de ratas escapaban de su guarida.

Fuentes:

businessinsider.com | io9.com | chinadaily.com.cn | phys.org |

Redacción QUO