Considerado el padre de la Microbiología, Anton van Leeuwenhoek fue probablemente una de las primeras personas en observar microorganismos y bacterias bajo los propios microscopios que él fabricaba.

Además de estas hazañas, también fue pionero en meter la cerveza en el laboratorio para analizar su composición en 1680. Aunque no reconociese muchos de los microorganismos presentes y por entonces nadie supiese que era el lúpulo o la cebada, observó cómo se creaba la espuma gracias a la agrupación de las pequeñas gotas circulares.

A pesar del gran hallazgo, no supo identificarlo y calificó el hallazgo como ‘pegotes’ de harina. No sería hasta 150 años después cuando Charles Canard-Latour identificaría lo que él bautizó como harina como dióxido de carbono.

*Noticia publicada en nuestra sección de papel ‘Quonectados

Fuente: io9.com

Redacción QUO