Un equipo de egiptólogos españoles dirigido por Francisco Martín Valentín ha encontrado el ataúd de una cantora-sacerdotisa de 3.000 años de antigüedad, en una zona de Tebas, cerca del templo de Hatshepsut.

El sarcófago se hallaba en la vecindad de la capilla de quien fuera el gobernador de la región, Amenhotep III (1387-1348 a.C.). Fabricado en madera y yeso, el ataúd, mide 181 centímetros de largo, 50 de ancho y 48 de alto. En los laterales se pueden ver coloridas representaciones de Isis, Osiris, Neftis y de los cuatro hijos de Horus: Kebehsenuf, Imset, Duamutef y Hapi.

Su estado de conservación era extraordinariamente bueno ya que se halló sepultada bajo seis metros de restos. Se puede observar sus facciones talladas a la perfección, una peluca negra, corona de flores y un collar. Solo tiene un poco dañada la nariz, pero, a juicio de Martin Valentín: “es un rostro hermoso. Quien trabajó el sarcófago era gente de nivel”.

Aún no se sabe el nombre de su ocupante, pero sí que tañía el sistro (un instrumento de percusión) y danzaba en templos y procesiones rindiendo culto a Amón-Ra. La importancia de este hallazgo no solo reside en la belleza de las tallas sino en la rareza. Son muy pocos los sarcófagos de esta época. Su apertura, programa para final de esta semana, podrá arrojar luz sobre las costumbres de una época poco conocida, la de las dinastías XX y XXI (entre el 1000 y el 900 a.C.).

Redacción QUO