La teoría predecía que esta la primera generación de estrellas que surgió tras el Big Bang, la gran explosión que habría dado origen al Universo, debió estar formada por estrellas gigantes, cuyas masas serían cientos de veces superiores a la del Sol, que habrían colapsado en supernovas particularmente violentas. Y los científicos las bautizaron como población estelar III.

Ahorta, un equipo de científicos del Observatorio Astronómico Nacional de Japón han encontrado el que podría ser el primer rastro que confirmase su existencia. Los datos recogidos por el Sloan Digital Sky Survey de EE.UU. y el telescopio japonés Subaru han servido para descubrir una estrella en principio muy pobre en metales conocida como SDSS J0018-0939. En ella han detectado la existencia de abundantes ratios que se suelen asociar con el proceso de crear nuevos nucleos atómicos en las estrellas muy masivas de primera generación. Hasta ahora, nunca se había encontrado ninguna evidencia de la existencia de esa primera generación de estrellas muy masivas que se habrían formado tras el Big Bang. Pero, ahora, los astrónomos nipones piensan que la nueva estrella descubierta probablemente lleve la huella impresa de la población estelar III, formada por las primeras estrellas del Universo, ya que fue enriquecida con elementos como el hierro por una supernova de este tipo.

Precisamente, la imagen que acompaña la noticia es una reproducción artística realizada por los científicos japoneses que muestra como las estrellas de la primera generación del Universo podrían formar un grupo o clúster. Y las más masivas podrían explotar y expulsar material que incluiría elementos pesados, especialmente el hierro.

Redacción QUO