Los narcisistas se gustan a si mismos. Lógico, pues se consideran, los más guapos, los más listos, los más simpaticos… Pero, ¿tiene gracia ser el mejor de todos si no puedes alardear de ello? Ninguna, y por eso un experimento realizado en la Universidad de Ohio ha demostrado que la mejor forma de detectar a uno de estos narcisos-bellos es preguntándoles directamente si lo son. Los investigadores comprobaron que la mayoría de ellos respondieron afirmativamente. Y es que la vanidad pierde a cualquiera.

Los investigadores realizaron una serie de once experimentos que involucraron a más de 2.200 personas de todas edad, comprobando que la manera más sencilla de detectar el grado de narcisismo de una persona, era preguntándoselo de forma abierta. De esta manera, a los voluntarios se les pidió que valoraran su narcisismo en una escala del 1 al 7, siendo el punto más bajo «no lo soy en absoluto», y el más alto «lo soy completamente». Y el resultado fue que casi la mitad se calificaban a sí mismos con algún grado de narcisismo.

«Las personas que están dispuestas a admitir que son más narcisistas que otros probablemente es porque realmente lo son,» dijo Brad Busman, coautor del estudio y profesor de comunicación y psicología en la Universidad Estatal de Ohio. «Las personas que son narcisistas están bastante orgullosas de serlo. Les puedes preguntar directamente porque no ven el narcisismo como algo negativo. Creen que son superiores a las demás personas y se sienten bien alardeando de ello públicamente.»

Pero el investigador contradice esa creencia afirmando que el narcisismo tiene una faceta negativa: «Las personas narcisistas son menos empáticas con sus semejantes y, por tanto, también menos solidarias. Además, creerse mejores puede suponer un freno para que se superen a si mismas». Pero, claro, la vanidad, seguramente les impida reconocerlo.

Redacción QUO