El acontecimiento televisivo más importante de la historia requería una tecnología que estuviese a la altura. Por ese motivo, la NASA encargó a la marca francesa de lentes y objetivos Angénieux, de gran reputación en el ámbito cinematográfico, la creación de una lente especial con la que captar el icónico momento y retransmitir las secuencias a los millones de televidentes de todo el mundo.

Angénieux desarrolló para la ocasión un objetivo de aumento especial pequeño, ligero, fácil de usar, equipado con un sensor de 25 mm y compatible con la cámara Westinghouse que se envió en los Apolo X, XI y XII . Se modificó la parte posterior del objetivo para adaptarlo a las condiciones especiales previstas durante la misión. Esto incluía un innovador proceso mecánico de lubricación, pues la lubricación normal se evaporaría y cubriría el objetivo con una fina capa de material atomizado. Además, fue necesario desarrollar un nuevo método para el tratamiento de las superficies ópticas que también protegiera el equipo de la radiación solar.

El acuerdo de colaboración entre la NASA y Angénieux comenzó en 1960. La primera fotografía de la luna fue tomada el 31 de julio de 1964, a menos de 500 metros por encima del nivel del mar, con una lente ultraluminosa Angénieux.

Las sondas de exploración Ranger, utilizadas para recabar información para la misión Apolo, perdieron una lente Angénieux durante una de sus misiones, lo que le convirtió en el primer artefacto en tocar la Luna.

Posteriormente, en los setenta, Angénieux siguió participando en la aventura espacial en los vuelos de Skylab y Apolo-Soyuz, equipando a los transbordadores espaciales con objetivos de súper gran angular(86°), los más grandes de la época.

Redacción QUO