La moda del crowdfunding está permitiendo poner en marcha proyectos artísticos, investigaciones científicas, y ahora también sacar a flote un submarino. A través de una campaña en la web de Verkami, la empresa catalana Ictineu Submarins ha conseguido 61.000 euros para continuar su proyecto de fabricar un sumergible civil. «El noveno del mundo en cuanto a la profundidad que puede alcanzar (1.200 m)», subraya Pere Forés, director general de la empresa, «y el que nos convierte en la sexta potencia del mundo en esa categoría».

Esta capacidad le permitirá, por ejemplo, explorar la mitad de los fondos del mar Mediterráneo en expediciones de hasta 10 horas, su límite de autonomía en funcionamiento, gracias a unas baterías de litio polímero, que el equipo ha desarrollado por primera vez para este tipo de naves. Los recorridos que puede alcanzar son de 40 km, unas ocho veces más que los modelos actualmente en el mercado. Además, será el primer submarino que puede bajar a más de 500 m con un piloto y dos pasajeros, cómodamente instalados, ya que el diseño ha prestado una especial atención a la ergonomía.

En principio, está concebido para servir a investigaciones científicas de disciplinas como la geología, la biología o la arqueología, pues está adaptado para albergar muy diversos equipos de experimentación. Pero además se contempla también su uso para inmersiones de ocio. Su pantalla acrílica de 1,5 m de diámetro ofrecerá un panorama extraordinario de las profundidades marinas.

Sin embargo, el proyecto aún necesita apoyo, ya que los fondos actuales permitirán realizar pruebas bajo el agua en puerto, pero no en mar abierto. Para ello, la campaña de mecenazgo sigue abierta en la web de Ictineus. Las aportaciones, dirigidas a particulares y empresas, pueden hacerse a partir de los 10€. Como contraprestación, el nombre de los contribuyentes se graba en el carenado de la nave y, se puede optar al sorteo, descuento o participación en una inmensión, dependiendo de la cantidad invertida.

La empresa lleva nueve años trabajando en el desarrollo del sumergible, cuyo coste final será de unos 2,5 millones de euros. Según el director, cuando fallaron las vías tradicionales de financiación en 2011, decidieron recurrir al mezenazgo público para cubrir el tramo final del proyecto. Desde entonces, este sistema les ha aportado 180.000 euros, incluyendo la campaña de Verkami.

Forés asegura que el interés por parte de los científicos nacionales e internacionales está asegurado, ya que desde 2009 han colaborado con la Woods Hole Oceanographic Institution de EEUU y con el IFREMER francés, dos de las instituciones oceanográficas más prestigiosas del mundo.

El nombre de la nave, Ictineu 3,se eligió en honor al ingeniero catalán Narcís Monturiol, inventor del primer submarino con doble casco, el Ictíneo (barco-pez) I y el primero con motor de combustión, el Ictíneo II.

Pilar Gil Villar