Un equipo de científicos, liderados por Gunther Grill, ha utilizado datos satelitales y de simulación por ordenador para analizar la conectividad de 12 millones de kilómetros de ríos en todo el mundo (40 veces la distancia que nos separa de la Luna) y ha conseguido la primera evaluación global del impacto humano en las vías fluviales del planeta. Los resultados, publicados en Nature, señalan que casi dos de cada tres de los ríos más largos de la Tierra han sido cortados por represas, embalses u otras construcciones hechas por el ser humano. Y estas infraestructuras dañan gravemente algunos de los ecosistemas más importantes del planeta.

El equipo de Grill descubrió que de los 91 ríos de más de 1.000 kilómetros, solo 21 mantenían una conexión directa entre la fuente y el mar. Apenas un poco más de un tercio (37%) de los 242 ríos más largos habían retenido su flujo libre, algo que los expertos dijeron que estaba teniendo un efecto profundo en la biodiversidad de la Tierra.

«Los ríos del mundo – explica Grill en un comunicado – forman una red intrincada con enlaces vitales a la tierra, el agua subterránea y la atmósfera. Los ríos que fluyen libremente son importantes tanto para los seres humanos como para el medio ambiente, pero el desarrollo económico en todo el mundo los está haciendo cada vez más raros».

El estudio señala que la mayoría de los ríos que no muestran obstáculos se limitaban a áreas remotas de las cuencas del Ártico, el Amazonas y el Congo.

Esta semana, el panel de la ONU sobre la biodiversidad publicó un resumen de su evaluación devastadora sobre el estado de la naturaleza. En él se detalla que el 50% de los ríos «manifiestan graves impactos de degradación» de la actividad humana. El bloqueo de los ríos interrumpe el flujo de nutrientes vitales para reemplazar a los perdidos a través de la agricultura, y disminuye la cantidad de especies del río. También disminuye los flujos de sedimentos que los deltas de los ríos proporcionan a las regiones costeras, que actualmente ayudan a proteger a millones de personas contra el aumento del nivel del mar.

El equipo de Grill advirtió que las represas ya habían provocado una caída significativa en los peces de río, que proporcionan casi toda la proteína animal consumida por cerca de 160 millones de personas. Por último, la salud de los ríos de la Tierra también se verá afectada a medida que se acelere el cambio climático, lo que influirá en los patrones de flujo y calidad del agua, además de facilitar la llegada de más especies invasoras.

Juan Scaliter