Una misión conjunta entre científicos de Italia y Egipto, liderada por Patricia Piacentini, ha descubierto una tumba cerca de la ciudad de Asuán. La misma estaba excavada en la roca y el texto jeroglífico grabado en el ataúd revela que pertenecía a un desconocido llamado Tjt, según un comunicado del Ministerio de Antigüedades de Egipto.

De acuerdo con el análisis del equipo de Piacentini, la tumba fue probablemente construida entre el siglo VI a. C. y el siglo IV d. C y pese a tener al misterioso Tjt como propietario, no era el único ocupante. Junto a él se hallaron docenas de momias, algunas de ellas de niños pequeños. Dos de las momias estaban una encima de la otra, lo que ha llevado a los expertos a considerar que podrían haber sido madre e hijo.

En el interior también había una amplia variedad de artefactos, entre ellos jarrones, ánforas, una camilla que los antiguos egipcios usaban para traer cuerpos a la tumba y recipientes que todavía contenían alimentos. Cerca de la entrada de la cámara había materiales utilizados para el proceso de momificación, como vasos con brea, natrón y vendajes de lino, papiro y yeso.

El equipo de Piacentini también halló fragmentos de máscaras funerarias pintadas en oro y una pequeña estatua del pájaro-ba, una entidad representada como un pájaro con una cabeza humana cuya función era mediar entre el mundo de los dioses y la Tierra.

Esta tumba es apenas una de las aproximadamente 300 dispersas alrededor del área que los expertos están estudiando.

Juan Scaliter