Esta semana, un equipo de científicos, liderados por Michael Hill, han presentado un nuevo tipo de procedimiento médico que podría ayudar a reemplazar algunos tipos de cirugías dolorosas e invasivas.

La investigación, publicada por la American Chemical Society (ACS), describe cómo los cartílagos, que dan forma por ejemplo a nuestra nariz, puede hacerse más maleable después de ser sometido a una corriente eléctrica.

Mediante el uso de una corriente eléctrica y de moldes impresos en 3D, el equipo de Hill descubrió cómo suavizar y dar forma al cartílago sin hacer una sola incisión, un desarrollo que podría acortar significativamente el tiempo de recuperación de los procedimientos médicos y hacer que todo el proceso sea menos doloroso.

“Imaginamos esta nueva técnica como un procedimiento ambulatorio y de bajo coste realizado bajo anestesia local”, explica Hill en un comunicado.

El grupo de Hill descubrió que la corriente que pasa a través del cartílago electroliza el agua en su interior, convirtiendo el agua en oxígeno e iones de hidrógeno, o protones. La carga positiva de los protones anula la carga negativa de las proteínas, lo que hace que el cartílago sea más maleable. “Una vez que el tejido es flexible – añade Hill – puedes moldearlo en cualquier forma que desees”.

Según el comunicado de prensa, los científicos llegaron al nuevo procedimiento quirúrgico casi por accidente. Un miembro del equipo utilizaba láseres infrarrojos para calentar el cartílago, pero se trataba de un procedimiento demasiado caro y frecuentemente terminaba con la muerte del tejido. Para evitar esto, probaron con electricidad. La carga eléctrica funcionó, pero no calentando el cartílago. Lo que hizo fue desequilibrar los iones cargados eléctricamente que endurecen el cartílago, aflojándolo y permitiendo luego que se vuelva a formar.

Aparte de las cirugías estéticas, los científicos prevén que su nueva técnica se utilice para restaurar la función de las articulaciones rígidas o para reparar los tabiques desviados por lesiones traumáticas. En el futuro, la técnica puede usarse no solo en cartílagos, tal vez incluso para reparar las córneas y corregir la vista.

Juan Scaliter