Esta imagen llega desde el lugar más remoto del planeta. La tomó Daniel Michalik, astrofísico y actualmente investigador en la ESA (Agencia Espacial Europea). Michalik pasó el invierno en el Polo Sur Geográfico, mientras trabajaba en el Telescopio del Polo Sur (SPT). Es un telescopio de 10 metros, que aparece en la imagen: una especie de antena a la izquierda. Con él, la ESA explora los primeros días del cosmos, busca señales del origen del universo, es alta tecnología que ha servido, por ejemplo, para confirmar la existencia de la materia oscura que abunda en el cosmos. Está ubicado en la base Amundsen-Scott, donde cualquier fuente de interferencia electromagnética que pueda afectar las observaciones se mantiene lo más baja posible. Esto significa que no hay wifi, ni contacto por radio ni luces brillantes que perturben la oscuridad a lo largo de cinco meses sin sol. La foto fue finalista en el concurso de fotografía de la Royal Society en 2017, y ganó en la categoría «Astronomía”.

Daniel Michalik aún no se había acostado cuando miró esta luna, y fotografió la escena, en el corazón de la Antártida, donde el clima frío y seco permite observar fenómenos celestes raros, que se ven con mucha menos frecuencia en cualquier otro lugar del mundo. La vista que Daniel capturó es un ejemplo de estos fenómenos extraordinarios, en este caso, una columna de luz que desciende desde la Luna y que ilumina, como si fuera un foco natural, la meseta helada. Este efecto se produce porque la luz del sol que refleja la luna se refleja y refracta a través de cristales de hielo suspendidos en la atmósfera de nuestro planeta, produciendo ese brillo difuso que parece formar una columna descendente.

En la imagen también es posible ver Júpiter, como un punto brillante en la parte superior izquierda de la Luna. Hay que añadir un detalle más. Daniel Michalik estaba a -60 ° C cuando hizo esta foto. La línea de banderas que serpentea desde la cámara hacia los telescopios es una guía que ayuda a los astrónomos y al personal de la base a encontrar el camino de regreso al refugio durante los cinco meses de continua oscuridad invernal.

Lorena Sánchez Romero