Un investigador danés llamado Peter Bennicke, ha realizado un descubrimiento asombroso. El científico encontró en la playa de la isla de Møn, el fósil de un erizo de mar de hace 66 millones de años.

El hallazgo es especialmente importante, dado que nos habitual encontrar fósiles como este pues, tal y como explica el investigador, estos erizos solían ser presa fácil de los depredadores marinos de aquellos tiempos. Tan solo los de un tamaño muy pequeño lograban escapar de ellos. Y este que ha encontrado se puede considerar de los grandes.

Pero lo realmente llamativo es que el fósil conserva las marcas de los dientes de un ejemplar de Mosasaurus, un tipo de reptil marino prehistórico. Según el investigador, todo indica que el depredador capturó al erizo con sus fauces pero, por alguna razón, no llegó a tragárselo, dejando que su presa escapase.

Fuente: BBC.

Vicente Fernández López