Olvídate del Staphylococcus aureus resistente a la meticilina o SARM y de E. coli. Hay otra bacteria que se está volviendo cada vez más peligrosa debido a su resistencia a los antibióticos. Y está presente en la piel de cada persona en el planeta.

Se trata del Staphylococcus epidermidis, un pariente cercano del SARM y es una causa importante de infecciones potencialmente mortales después de la cirugía, pero los médicos y científicos a menudo lo pasaban por alto porque es muy abundante.

Ahora, un grupo de investigadores del Centro Milner para la Evolución en la Universidad de Bath, liderados por Sam Sheppard, advierten que la amenaza de este organismo debe afrontarse con más seriedad y tomar precauciones adicionales para aquellos con mayor riesgo de infección que se someten a una cirugía.

El equipo de Sheppard ha identificado un conjunto de 61 genes que permiten que esta bacteria de la piel, normalmente inofensiva, cause enfermedades potencialmente mortales.

Con ello esperan comprender por qué algunas cepas de S. epidermidis causan infecciones en ciertas circunstancias de modo que en el futuro puedan identificar qué pacientes tienen mayor riesgo antes de someterse a una cirugía.

Los expertos tomaron muestras de pacientes que sufrieron infecciones después del reemplazo de articulación de la cadera o rodilla y operaciones de fijación de fracturas y compararon la variación genética en los genomas completos de bacterias encontradas en muestras de individuos enfermos y sanos. A partir de esto, identificaron 61 genes en las bacterias causantes de enfermedades que no estaban presentes en la mayoría de las muestras sanas.

Los resultados, publicados en Nature Communications, mostraron que los genes causantes de la enfermedad ayudan a la bacteria a crecer en el torrente sanguíneo, evitan la respuesta inmune del huésped, hacen que la superficie celular sea pegajosa para que los organismos puedan formar biopelículas y permiten que la bacteria sea resistente a los antibióticos.

Sorprendentemente, sin embargo, hubo una pequeña cantidad de individuos sanos que se descubrió que portaban la forma más mortal de la bacteria sin saberlo.

“El Staphlococcus epidermidis es un patógeno mortal a simple vista – explica Sheppard en un comunicado –. Siempre se ha ignorado clínicamente porque con frecuencia se asumió que era un contaminante en muestras de laboratorio o simplemente se aceptó como un riesgo conocido de cirugía. Las infecciones posquirúrgicas pueden ser increíblemente graves y hasta fatales. La infección representa casi un tercio de las muertes en el Reino Unido, por lo que creo que deberíamos hacer más para reducir el riesgo si es posible. Si podemos identificar quién está en mayor riesgo de infección, podemos dirigirnos a aquellos pacientes con precauciones de higiene adicionales antes que se sometan a una cirugía”.

Juan Scaliter