Alicia Sintes: “Llevo 20 años esperando ver un púlsar. Quizá ocurra mañana”

Alicia Sintes: “Llevo 20 años esperando ver un púlsar. Quizá ocurra mañana”

Alicia Sintes dirige en Palma de Mallorca el Grupo de Relatividad y Gravitación de la Universidad de las Islas Baleares. Su equipo trabajó desde sus inicios con LIGO, el observatorio en EE.UU que en 2015 dio el campanazo al detectar por primera vez las ondas gravitacionales cuya existencia había predicho Einstein. Sintes participó en aquella “escucha” que ha supuesto una nueva era en el conocimiento humano del universo y, aquel año, el premio Nobel de Física. Hoy los instrumentos que pueden detectar ondas gravitacionales están más afinados, y siguen a la escucha, aunque discretamente.

Sintes forma parte de la Selección Española de Ciencia 2018,

Alicia se cuenta entre los científicos de primer nivel del mundo, de los que desayunan cada mañana buscando en sus registros la huella de perturbaciones del espacio-tiempo producida por ondas gravitacionales. Le pregunto si podemos hablar antes de las 18.00h. «Imposible, disculpa, antes de esa hora no puedo. Muchísimo trabajo. Después de las 18.00h. ¿Vale? Hablamos mientras merienda la niña».

Y así ocurre, la hija de Alicia Sintes merienda mientras entrevisto a la Alicia Sintes en un paréntesis posible dentro de su permanente hora punta laboral.

“Nos repartimos el tiempo para estar con la niña. A veces puede mi marido, Sascha Husa, él también es físico, trabaja conmigo. Aunque su especialidad son los agujeros negros…”

Hubo un momento histórico en la detección de ondas gravitacionales, aquel 2015, cuando el mundo entero recibió aquella noticia sin entender muy bien de qué se trataba. Habían detectado por primera ondas gravitacionales producidas por el choque de dos agujeros negros. Aquello ocurrió hace ya tres años. Desde entonces, ha habido más escuchas.

“Yo busco señales exóticas, más que las que producen los agujeros negros».

P: ¿Cómo es ahora? Qué se busca? ¿Qué buscas?

R: LIGO- Virgo son dos observatorios distintos. Y tienen cuatro grandes grupos de trabajo en el que se buscan huellas de sistemas binarios, fondos estocásticos, señales continuas y señales transitorias. Cada uno con métodos muy distintos. Durante los últimos años estuve codirigiendo uno de esos grupos de trabajo. Llevaba equipos que estaban en California y también en Australia. Así que mi día empezaba a las 4.00h de la madrugada, con limpieza de correos, contactos, poner las agendas de los grupos de trabajo etc. y no acaba realmente nunca. Ahora he dejado de ser coordinadora y es algo más fácil.

P: ¿Cómo es tu grupo de trabajo en Mallorca?

R: Es pequeño, somos 14, y en el está también mi marido Sascha Husa. Él hace simulaciones numéricas de fusiones de agujeros negros, desarrolla perfiles de formas de onda para buscar estas señales, se encarga de todo el modelado computacional para localizar estas fuentes, modelos muy importantes para hacer estas búsquedas.

P: ¿Y tú?

R: Yo busco otras cosas más exóticas

P: ¿Se puede ser más exótico que un agujero negro?

R: Yo me dedico a buscar señales continuas aisladas, muchos órdenes de magnitud en intensidad por debajo de las otras, pero tienen la gracia de que son continuas. Busco señales de fuentes desconocidas, y lo que hacemos es desarrollar algoritmos que nos permitan hacer barridos inmensos en la búsqueda de fenómenos desconocidos.

P: ¿Qué no tienen nombre?

R: En algunos casos sí lo tienen, son conocidos como púlsares. Hay como 3.000 catalogados en nuestra galaxia. De estos se pueden seguir en la banda de LIGO-Virgo unos 200, pero realmente me dedico a hacer barridos para cazar fuentes desconocidas, yo no hago simulaciones, yo analizo datos.

P: ¿Cómo son los observatorios de ondas gravitacionales?

R: Son gigantescos tubos en forma de ele, y dentro se crea el vacío casi absoluto. En los brazos están los láser, suspendidos, y todo el sistema óptico. LIGO se conoce como el instrumento óptico de mayor precisión jamás construido por el hombre, es capaz de medir perturbaciones en las distancias por debajo de la milésima del tamaño del protón, está a punto de medir por debajo de la diez milésima del tamaño del protón. Llevamos cuatro décadas trabajando para hacer instrumentos de tan precisión.

Fernando Roi HEARST

P: ¿Y qué es lo que esperas detectar un día?

R: Me gustaría detectar un púlsar, una estrella de neutrones en alta rotación que emita esta señal continua, es lo que llevo persiguiendo 20 años. Y alrededor de esto hay muchas cosas.

P: ¿Puede ocurrir mañana?

R: Mañana no, porque los detectores están apagados. Pero podría haber ocurrido ya, y que se sepa con el análisis de datos tomados antes. El próximo mes de febrero comienza oficialmente el próximo periodo de observación, esperamos que la sensibilidad de los detectores haya mejorado, y si mejora, vamos a ver agujeros negros de forma rutinaria, y puede que logremos ver cosas más exóticas: fusiones de estrellas de neutrones, o quien sabe si lograremos ver una fusión de una estrella de neutrones con un agujero negro… creo que de estas fuentes habrá más, y se sacará muchísima información de ello. Quizá con la nueva sensibilidad, yo pueda al fin púlsares, o quizá sigo 20 años más sin verlos….

P: ¿Qué información se sacará de esas nuevas observaciones?

R: Dará mucha información de cómo se comporta la materia en condiciones extremas. Un pulsar es el remanente de cuando muere una estrella tipo supernova. Se trata de una estrella de una o dos veces la masa de nuestro sol, y un radio de solo diez kilómetros. Como soy de Menorca, digo que es como coger el sol, lo compactas, y lo colocas en mi isla. Es la materia en condiciones extremas de presión, temperatura, campos magnéticos… Si la observamos, tendremos mucha información del comportamiento del interior de estos cuerpos nuevos. Será impresionante.

“Estamos en el principio de algo que puede revolucionar los conceptos del Universo”.

P: ¿Es el comienzo realmente de una nueva era en la cosmología?

R: Sí, estamos en el principio de algo muy grande. Sólo hace tres años se hizo la primera detección, y fue generosa, muy fuerte, la naturaleza se comportó muy bien con nosotros. Después hubo una detección procedente de dos estrellas binarias, y tampoco se esperaba con la poca sensibilidad que tenía el instrumento entonces. Pero se trata de un nuevo instrumento de observación astronómica que puede revolucionar los conceptos actuales del universo. Solo con la señal del mes de agosto del año pasado, se puede hacer nueva cosmología, por ejemplo, podremos descubrir una población de agujeros negros que no se sabía que existieran… En un futuro se podrán hacer catálogos de agujeros negros. Es como la revolución de estos dos años.

Si en algún momento detectamos la fusión de dos estrellas de neutrones vendrá una cantidad de información impresionante.

P: ¿Y qué se ha sabido nuevo que te merezca la pena destacarse?

R: Se ha conocido por primera vez la Kilonova, la explicación al origen del oro y otros elementos pesados de la naturaleza, que no se sabía de dónde venían…

P: ¿Realmente no estáis viendo nada, lo que tenéis son datos?

R: Claro, no es la luz lo que vemos, son ondas gravitacionales. Los datos se transforman en diagramas tiempo/frecuencia y a partir de ahí busco trazas. Mis métodos se pueden aplicar a muchos campos, lo que hago es tratamiento de imágenes, no imágenes del cielo, sino imágenes de mis datos. Cada fuente emite una señal distinta, se trata de conocer esa señal, y esperar que el detector dé con ella.

Fernando Roi/Hearst

Redacción QUO

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