¿Qué sabor tendría un queso que durante semanas estuviera escuchando música de hip hop? ¿Variaría su esencia de alguna manera? ¿Os imagináis que una persona preguntase por las canciones con las que ha sido curado antes de comprarlo? Un quesero aficionado suizo, Beat Wampfler, ha querido comprobarlo él mismo, descubrir si sus piezas de queso Emmental tienen un sabor, un olor y una textura diferentes dependiendo de las canciones de los grupos y estilos que hayan podido (por decirlo de alguna manera) «escuchar».

Para ello, Wampfler tiene una bodega reservada para decenas de perfectamente redondos quesos, los cuales guarda en cajas. Bajo cada una de ellas, hay un altavoz por el que suena todo tipo de canciones desde el pasado mes de septiembre. ¿Sus oyentes? Los quesos que allí descansan a la espera de ser comercializados. Entre el repertorio, hay cantantes y música de todo tipo, desde Led Zepellin o leyendas del hip hop, como A Tribe Called Quest, hasta clásicos como Mozart y su «Flauta Mágica» o tecno. ¿Notará finalmente alguna diferencia?

 

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Así es como reciben las piezas de queso las ondas sonoras de las canciones que les están aplicando.

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Según Wampfler, los sonidos pueden tener también efectos en el desarrollo físico de sus quesos: «Las bacterias son responsables de la formación del sabor del queso, unidas a las encimas que influyen en su curación. Estoy convencido que la música, al igual que la humedad, la temperatura o los nutrientes, influye en el sabor». Y no anda desencaminado en intentarlo, ya que hay científicos que se han pasado años analizando el efecto de la música en las plantas o en cómo afecta a niños que están en los vientres de sus madres o después de nacer.

 

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A la izquierda, el quesero que ha decidido formar parte del proyecto, Beat Wampfler.

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Para comprobar los resultados, se ha apoyado en investigadores de la Universidad de Artes de Bern, quienes fueron escépticos en ayudar a llevarlo a cabo, pero que descubrieron que existe una rama científica llamada sonoquímica que estudia la influencia de las ondas sonoras en cuerpos sólidos (incluso en diferentes reacciones químicas). Eso sí, no será hasta el año que viene cuando puedan comprobar si el sabor cambia de alguna manera y si hay diferencias significativas.

Un jurado de expertos queseros dará su veredicto el 14 de marzo de 2019.

Fuente: Japan Times

Alberto Pascual García