La evaluación de la microbiota intestinal de los bebés puede ayudar a identificar a los niños con riesgo de sobrepeso u obesidad, según los resultados de un estudio reciente publicado en mBio. La investigación reveló que la composición de la microbiota intestinal a los 2 años de vida se asocia con el índice de masa corporal (IMC) a los 12 años.

«Nuestro estudio proporciona más evidencia de que la microbiota intestinal podría estar desempeñando un papel en la obesidad posterior – explica Maggie Stanislawski, autora principal del estudio – . Si nuestros hallazgos pueden ser confirmados por otros estudios, la microbiota intestinal podría desempeñar un papel importante en el algoritmo de predicción de la obesidad, para identificar a los niños en riesgo en una etapa temprana de la vida, antes de que comiencen a ganar cualquier exceso de peso que pueda ponerlos en riesgo de obesidad”.

Los investigadores compararon el IMC a los 12 años con muestras de microbiota intestinal de seis momentos diferentes de su vida: al día 4 de vida, al día 10, al mes, a los cuatro meses, al año y a los dos años. Luego se secuenció el gen rRNA 16s en las muestras de microbiota intestinal. “Analizamos si había taxones específicos que pronosticaban un IMC posterior en cada momento”, continúa Stanislawski.

Los investigadores encontraron diferencias cualitativas en la composición de la microbiota intestinal de los niños en el día diez y a los dos años, diferencias que se asociaron con las puntuaciones z del IMC a los 12 años. Las puntuaciones z del IMC son medidas del peso relativo ajustadas para la edad y el género. También examinaron qué parte de la variación en las puntuaciones z del IMC infantil se explicaba por los taxones de microbiota intestinal precoz.

“En los primeros momentos, había una relación entre los taxones de microbiota intestinal y el IMC posterior, pero la relación era mucho más fuerte a medida que los niños crecían – concluye Stanislawski –. Al año, era más fuerte que en las etapas anteriores y a los dos años la relación era la más fuerte. Esto nos pareció muy interesante porque los niños que tuvieron obesidad más adelante, no tenían puntuaciones altas de IMC a los 2 años de edad”.

El estudio también expuso una posible precaución para nuestra salud. Los investigadores descubrieron que algunos microbios intestinales que en general se consideran saludables tanto en niños como en adultos, se asociaron con un IMC infantil más alto. Esto resalta que no entendemos completamente la dinámica del proceso de colonización intestinal.

Juan Scaliter