La región de Afar, en Etiopía, sigue siendo una mina para conocer el origen más remoto de la humanidad. Allí se descubrió a Lucy, un Australopithecus afarensis de 3,2 millones de años de antigüedad. Ahora le ha tocado el turno a “su abuelo”: se ha hallado parte del esqueleto de un individuo de la misma especie, sólo que es 400.000 años mayor.
Sus descubridores, un equipo liderado por Yohannes Haile-Selassie, del Museo de Historia Natural de Cleveland (EE.UU.) le han llamado Kadanuumuu (“gran hombre” en el lenguaje Afar) y aseguran que este homínido ya era capaz de caminar erguido. El hallazgo es de gran importancia, explican en la revista PNAS, ya que el bipedismo es un rasgo característico para los seres humanos y sus parientes extintos, y por ello se va más atrás en el tiempo de lo que se asumía.
En realidad, el primer hueso de Kadanuumuu fue descubierto en 2005, a unos 50 kilómetros al norte de donde se encontró a Lucy. Desde entonces, han ido apareciendo más de 30 huesos adicionales que han permitido hacer la reconstrucción actual.

Aquí, los huesos de Kkadanuumuu, sobre los que se ha hecho el estudio.

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Redacción QUO