Marcelin y Francine Doumolin eran un matrimonio que vivía en el cantón de Valois, en Los Alpes suizos. El 15 de agosto de 1942 salieron al monte a ordeñar sus vacas, pero nunca más se les volvió a ver. Y, ahora, 75 años después, sus cuerpos han aparecido congelados en un glacial.

Sus restos se encuentran en un estado de conservación realmente bueno, según han informado las autoridades. Algo que no es de extrañar, ya que el frío es un medio óptimo para conservar los cadáveres. Los difuntos sufren un proceso conocido como liofilización, y que es utilizado muy habitualmente en la industria alimentaria. Consiste en que las bajas temperaturas hacen que el agua del organismo y del ambiente pase a un estado sólido y luego al gaseoso. La deshidratación impide que las bacterias puedan iniciar el mecanismo de descomposición. Eso sí, generalmente, tras descongelar el cuerpo, el proceso de putrefacción que quedó interrumpido se reinicia, por lo que los restos hallados tienen que ser tratados con celeridad para poder preservarlos de la forma adecuada.

Y la prueba de ello es que en Los Alpes suizos, muy cerca de dónde ha sido encontrada la pareja desaparecida, han aparecido otros muchos cadáveres muy bien preservados. El más famoso de todos es el conocido como momia del hombre de Ötzi, que fue descubierta en 1991 por dos alpinistas. Y en enero de 2015 aparecieron los cuerpos de 80 soldados fallecidos en 1918 durante la I Guerra Mundial, y que se conservaron en perfectas condiciones a temperaturas de -30º.

Vicente Fernández López