Resultaría mágico que los pequeños de la casa solo tuvieran que ir una vez al doctor para recibir una inyección desde que nacen para protegerse. Con tan solo un pinchazo podrían estar creando una barrera para la larga lista de enfermedades a las que pueden estar expuestos desde que son niños y llegan a la adolescencia: difteria, tétanos, hepatitis B, tosferina, polio, meningitis, neumococo, sarampión, rubeola, paperas… Y esto, sin incluir, sus debidos recordatorios para que tengan efecto en el tiempo. Un sinfín de llantos, en muchos casos, y de costes a las arcas públicas o nuestros bolsillos para financiar todo el proceso. Pero parece que esto puede ser historia.

Un equipo del Instituto de Tecnología de Massachussetts a creado un sistema de micropartículas en forma de tazas de café, las cuales están rellenas de una vacuna específica y luego selladas con una tapa. Una forma específica para que se rompan en el momento deseado para que actúen contra una enfermedad. De hecho, un estudio permitió comprobar que los contenidos de cada una de ellas podían ser liberados exactamente a los 9, 20 y 41 días después de que fueron inyectadas a ratones, y ya se están desarrollando “las tazas” que deban romperse después de más de 100 días en el organismo.

Uno de los integrantes del estudio, el profesor Robert Langer, asegura estar emocionado con el proyecto: “Por primera vez, podemos crear una especie de minúscula librería de dosis de partículas de vacunas, cada una programada para liberar su contenido en el momento preciso, en un tiempo programado. De esta forma, con tan solo una inyección, recibiría múltiples refuerzos integrados en ella”.

Otro de los puntosa favor de esta única vacuna es que podía favorecer a aquellos países con pocos recursos para permitirse vacunarse de forma constante durante años. Otro compañero del estudio, el investigador Kevin McHugh, apunta que “en países en vía de desarrollo, este descubrimiento podría suponer un avance importante y marcar la diferencia entre no vacunarse y hacerlo de todas las enfermedades con solo una inyección”.

Este estudio no se ha probado aún en seres humanos, pero será uno de los siguiente pasos para desarrollar cuanto antes un prototipo efectivo.

Fuente: BBC

Alberto Pascual García