La costa de la localidad portuguesa del Algarve ha sido el lugar donde un buque científico que participaba en una misión medioambiental de la Unión Europea, capturó a esta extraña criatura marina. Se trata de un ejemplar de tiburón de gorgera o tiburón anguila, una de las especies de escualo más elusivas que existen.

Esta especie suele habitar a una profundidad que varía entre los 1.500 y los 2.000 metros, aunque el ejemplar pescado en Portugal, se encontraba tan solo a 700 meros. Mide además metro y medio, aunque no ha trascendido si se trata de un macho o una hembra. Hay que tener en cuenta que las segundas suelen ser más grandes que los primeros.

Estos tiburones están considerados auténticos fósiles vivientes, ya que se han encontrado restos de ejemplares de hace 80 millones de años, que eran exactamente idénticos a los actuales. Su antigüedad implica además que esta especie fue contemporánea de los dinosaurios.

Se trata de una criatura carnívora, que se alimenta de peces y calamares. Su boca cuenta con trescientos dientes tricúspides, es decir con forma triangular y con tres puntas de distinto tamaño. A la hora de cazar se comporta y mueve de unmodo similar a las serpientes, lanzando el cuerpo hacia delante, lo que ha motivado que también se le conozca con el apelativo de tiburón cobra.

Esta especie fue descubierta en 1879 por el naturalista austriaco Ludwig Doderlein, que encontró dos ejemplares capturados por pescadores japoneses. Los marinos asiáticos se referían a esta criatura con el nombre de Tokagizame, que significa tiburón con cabeza de lagarto. La especie fue finalmente catalogada y descrita en 1884 por el zoólogo estadounidense Samuel Garman, quien consideraba que este animal había sido la inspiración de muchas de las leyendas sobre serpientes marinas.

Vicente Fernández López