El doctor Dolittle era un personaje protagonista de unas novelas infantiles, cuyas aventuras fueron llevadas al cine con Rex Harrison como protagonista. Y su gran habilidad era la de poder descifrar y entender el lenguaje de todas las especies animales. Por supuesto, es una fantasía, pero en el fondo de ella late algo de verdad, porque una nueva investigación realizada por especialistas de la University of Aix-Marseille y el Max Planck Institute for Psycholinguistics, revela que los humanos y animales podríamos compartir los códigos de un mismo lenguaje emocional.

Según los datos de este estudio, somos capaces de detectar por el sonido que hacen los animales si están estresados o asustados. Y viceversa. Para llegar a esta conclusión, los investigadores grabaron distintos sonidos realizados por ejemplares de varias especies (cuervos, cocodrilos…) en diversas situaciones (apareándose, cazando…), y se las hicieron escuchar a un grupo de voluntarios formado por personas que hablaban distintas lenguas. Y el resultado fue que prácticamente todos ellos fueron capaces de acertar en la mayoría de las ocasiones, a que situación emocional correspondían los sonidos de los animales.

Y lo contrario también parece ocurrir. Según los autores del estudio, el lenguaje humano es muy emocional. La entonación de lo que decimos cuando estamos contentos, enfadados o tenemos miedo, hace que los animales puedan ser conscientes de lo que sentimos.

Pero los investigadores van más allá y sugieren incluso que algunos animales pueden ser capaces de manipularnos a través de sus sonidos, como cuando los gatos maullan de una forma suave parecida al llanto de un niño, para reclamar nuestra atención.

Vicente Fernández López