Xylella fastidiosa es un nombre que puede parecer graciosa, siempre que no seas agricultor y te dediques a cultivar olivos. Se trata de una bacteria a la que se considera el «ébola de los olivares», por su tremenda capacidad para destruirlos. El año pasado su presencia se detectó en las islas Baleares, y ahora ha aparecido en Alicante. Y se teme que pueda llegar al campo andaluz, dónde los olivos son uno de sus principales activos.

Curiosamente, esta bacteria es originaria de California, dónde apareció por primera vez en 1890. En aquel entonces, las vides fueron sus principales víctimas. Pero, un siglo después, la Xylella fastidiosa llegó a Italia y de ahí pasó a Grecia, causando una elevada mortandad entre los olivares mediterráneos.

La bacteria actúa impidiendo que la savia circule por el árbol, provocando que se seque y muera. No existe ningún remedio efectivo contra ella. Para intentar controlarla, cuando se detecta un árbol enfermo, se talan todos los existentes en un área de tres hectáreas. El problema es que este cortafuegos no es del todo efectivo, ya que la bacteria también la transmiten insectos que picotean los árboles infectados y la contagian a otros ejemplares sanos.

Vicente Fernández López