Esto es lo que se han encontrado los habitantes de una zona costera de Nueva Gales del Sur, Australia, cuando se acercaron a la playa. A simple vista podría parecer una acumulación de residuos plásticos pero, en realidad se trata de organismos vivos. Y, aunque es fácil confundirlos con alguna variedad de medusa, se trata de algo muy diferente, de una curiosa especie conocida Physalia physalis, también llamada carabela portuguesa.

Cada unidad de las que se ven en la imagen (y que se asemejan a una especie de globo o burbuja azul), es en realidad un conglomerado de numerosos organismos que se unen para formar una colonia. Su apelativo se debe al hecho de que la Physalia physalis está coronada por una especie de pólipo que, en realidad, es una vejiga llena de gas, y que puede sobresalir varios centímetros sobre la superficie del mar, lo que le confiere un aspecto vagamente similar al de un buque del siglo XVII.

Esa especie de vela le sirve para dejarse mecer por el viento, lo que le permite desplazarse. Y de su cuerpo central brotan varios tentáculos que le sirven para capturar a su presas. Porque la carabela portuguesa es carnívora, aunque solo se alimenta de pequeños peces e invertebrados.

Hay que decir que esta criatura no es agresiva para los humanos, pese a ello hay que tener cuidado y evitar tocarla. ¿El motivo? Su picadura resulta muy dolorosa e inyecta un veneno que podría llegar a matar a un niño. También se han reportado algunos casos de muertes de adultos, pero no es algo habitual.

Las carabelas portuguesas son una presencia»familiar» en las aguas de Oceanía, pero los aficionados al buceo también están acostumbrados a verlas en el litoral español, especialmente en la zona de Canarias.

Vicente Fernández López