Es conocido por varios nombres: el Supervacío de Eridanus, el Punto Frío WMAP o el Punto Frío CMB. Se trata de una región del Universo de gran tamaño, unos 500 millones de años luz , cuya principal característica es su baja temperatura respecto al entorno.
El punto frío fue detectado por primera vez por el satélite WMAP de la NASA en 2004, y luego, en 2013, lo confirmó la misión Planck de la ESA. De acuerdo con los expertos es muy poco probable, un 1,85%, que el modelo actual explique su existencia. Pero habría otra posibilidad: la existencia de universos paralelos o multiversos.
Se trata de un modelo en el cual nuestro universo no es único, sino que forma parte de un número infinito de universos en los cuales todo es posible: Quo podría ser una revista del corazón, la Pantoja es una de las grandes expertas en física cuántica y Stephen Hawking es el último ganador de Eurovisión. Y, por desconcertante que pueda ser, un reciente artículo, publicado en arXiv y avalado por la Real Sociedad Astronómica del Reino Unido (RAS por sus sigas en inglés) señala a los multiversos como la explicación del Punto Frío.
“No podemos descartar completamente que el punto frío tenga su origen en una fluctuación improbable explicada por la teoría estándar del Big Bang – señala Tom Shanks, líder del estudio en un comunicado –. Pero si esa no es la respuesta, entonces hay más explicaciones exóticas. Quizás la más emocionante sea que el Punto Frío fue provocado por una colisión entre nuestro universo y otro universo en una burbuja. Será preciso un análisis más detallado, pero si ese es el caso, estaríamos ante la primera evidencia del multiverso”.
Si este llega a ser el caso, se abre un panorama que mezcla la sorpresa y la ironía para los científicos. Shanks es uno de los investigadores que se plantean si los multiversos tendrán leyes propias y en cada uno la velocidad de la luz, la masa de un electrón o la fuerza nuclear o gravitatoria, serán iguales.

Juan Scaliter