El preservativo. Una tecnología tan aparentemente simple como revolucionaria que puede prevenir infecciones de transmisión sexual y embarazos. Pero, si nos damos cuenta, este objeto apenas ha cambiado en los últimos 50 años. No es que funcione mal, pero son conocidas por todos las quejas de algunos, que afirman que el sexo no es lo mismo usando esta funda de goma.

Fundadas o infundadas, está claro que estas reticencias respecto a una menor sensibilidad usando el preservativo pueden estar influyendo en quienes que rechazan usarlo. Un razonamiento de este tipo es el que usaron desde la fundación Bill Gates para promover unas becas (más de un millón de dólares) de investigación orientadas a dar con un nuevo material que proporcionara una mayor sensibilidad a los ‘usarios’ y, por ende, una mayor salud sexual y reproductiva a la población mundial.

A pesar de que once proyectos recibieron un impulso económico inicial, ninguno de ellos emergió con una solución clara. Pero ahora un nuevo material llama a la puerta y parece que tiene visos de funcionar. Es el hidrogel y llega desde el MIT.

El hidrogel está formado por agua en un 90% y es permeable a moléculas pequeñas. Por sí solo no funcionaría, pero si se cubre por ambos lados con un elastómero (algo parecido a la goma) se convertiría en impermeable y mantendría la comodidad y la lubricación que le da la gran cantidad de agua que contiene el hidrogel.

La propuesta ha sido recogida por la revista ‘Advanced Health Care Materials’. Además de para preservativos, el hidrogel podría servir para otros usos. Uno de los más prometedores es emplearlo en catéteres vasculares. Estos dispositivos, que sirven para perfundir fluidos y medicación, pueden ser una importante fuente de infección, que en ocasiones puede llevar incluso a la muerte a los pacientes. La idea es recubrir los catéteres con hidrogel impregnado con antibiótico con el objetivo de reducir la tasa de infección de estos objetos.

Redacción QUO