Después de que la Universidad Estatal de Nueva York diese a conocer el interés del semen como poderoso antidepresivo para la mujer, resulta que este fluido lo aprovechan también numerosos pintores en sus obras. Martin von Ostrowski posee una colección de obras realizadas con su propio semen para las que necesitó unas 40 eyaculaciones por cada pieza. Antes que él ya lo habían hecho artistas como Marcel Duchamp y Picasso. La razón podría estar en el gesto íntimo de dejar en una creación sus flujos corporales. Teniendo en cuenta que, como promedio, el hombre eyacula entre 34 y 56 litros de semen entre los 15 y 60 años, podría decirse que el arte ha encontrado un recurso casi inagotable.

Redacción QUO