Machos afeminados

El sexo de las tortugas rayadas depende de la temperatura a la que se incuben los huevos. A menos que cerca de estos se hayan acumulado restos de botellas de plástico y otros productos con sustancias como el bisfenol A (BPA) o el etinilestradiol de las píldoras anticonceptivas. Estas sustancias pueden actuar como hormonas, con dos consecuencias sobre las crías que deberían haber nacido machos por la temperatura ambiente: por un lado, la aparición de rasgos sexuales femeninos. Por otro, comportamientos característicos de las hembras, como un mejor sentido de la orientación. El equipo de Cheryl Rosenfeld, de la Universidad de Missouri (EE. UU.), descubrió el primer fenómeno el año pasado y acaba de constatar el segundo. Sospechan que, cuando crezcan, esos machos no se sentirán inclinados a cortejar a las hembras, con la consiguiente bajada de población.

 

Hormiga atómica

Desde 2013, una población de hormigas rojas de la madera en un búnker de Chernóbil eran un misterio: solo había obreras, sin comida y a 10 ºC. Ahora se sabe que caen de una colonia en el bosque y se adaptan a ese ambiente extremo.

Los aviones ganan a las aves

Los mirlos, petirrojos o pinzones cercanos al aeropuerto Tegel de Berlín dejan de cantar (y, por tanto, de ligar) un 25 % del tiempo debido al ruido de los aviones. Para compensar, inician el canto matutino más temprano.