¿Por qué los animales tienen colores?

Para qué utilizan los pavos sus coloridas colas? ¿A qué vienen esos bailes exóticos que realizan los machos de las aves del paraíso, si con ello atraen a los depredadores? Para Darwin existía un equilibrio entre la selección natural (comer y evitar ser comido) y la selección sexual (reproducirse lo más a menudo posible). Gracias al despliegue cromático, el macho debía seducir a las hembras, pero el inglés no podía probar que las aves vieran aquellos colores. Actualmente, cámaras especiales adaptadas y estudios anatómicos de los ojos de diferentes animales demuestran que sí pueden distinguir los colores. Y ven algunos en la gama ultravioleta que nosotros no podemos.

¿Por qué hubo extinciones

Los científicos de la época de Darwin podían señalar los niveles en las rocas donde, por ejemplo, fósiles del Paleozoico, como trilobites, se extinguieron y fueron sustituidos por nuevas formas del Mesozoico. Sabían por ello que las extinciones eran eventos de la naturaleza. Pero desconocían por qué ciertas plantas y animales desaparecían y otros no. Sin embargo, desde alrededor de 1950, los geólogos comenzaron a darse cuenta de que la historia de la Tierra y la historia de la vida no siempre han sido armoniosas y progresivas. De hecho, se pueden señalar cinco o seis extinciones en masa. En ellas, el 50% o más de las especies del planeta desaparecieron. Sin embargo, el poder creativo de la evolución permitió recuperar la vida en las etapas siguientes y reconstruir nuevos ecosistemas.

¿Cuántos años tiene la Tierra?

Cuando el evolucionista inglés barajaba cifras sobre la antigüedad de la Tierra, su calculo iba desde decenas a cientos de millones de años. Al estudiar las rocas no dudaba que habían necesitado muchísimo tiempo para acumularse. De hecho, la tiza que se encuentra cerca de su casa en Kent tiene varios kilómetros de espesor, y sostenía que dicho espesor confirmaba que fueron necesarios 100 millones de años o más para formarse. Pero gran parte de los estudiosos e investigadores de entonces pensaban que eso era una tontería, y que la Tierra solo podía tener diez millones de años. O menos. Claro, que en aquel momento se desconocía que hace 7 millones de años surgió uno de los primeros homínidos en Chad (África): el Sahelanthropus tchadensis. Cuando se dio con él, este hallazgo hizo que la comunidad científica revisara varios de sus postulados. El descubrimiento de la radiactividad en la década de 1890, y su aplicación en la datación de rocas por medio de la comparación de la descomposición de ciertos minerales radiactivos, como el uranio y el argón 40, ha demostrado que nuestro planeta tiene más de 4.500 millones de años de antigüedad. Por lo tanto, el instinto de Darwin estaba en lo correcto.

¿Qué es la herencia?

En el siglo XIX se sabía que de padres pelirrojos nacían hijos pelirrojos, y que los perros dálmatas producían cachorros de la misma raza. Pero se desconocía por qué sucedía esto. La clave llegó al descubrirse que el código genético reside en el núcleo de cada célula: los cromosomas. En 1953 se desveló la estructura del ADN. La biología molecular nació de este descubrimiento, y hoy representa la mitad de todas las investigaciones científicas en el mundo, debido a su influencia en biología, medicina y agricultura. Y su raíz es la teoría de la evolución darwiniana.

¿Cuál es el origen de la vida?

Darwin fue el primero en señalar que todos los organismos vivos, desde las bacterias hasta los seres humanos y desde el musgo hasta los robles, han evolucionado desde un único ancestro común. Pero no sabía cómo probarlo. Desde 1940, muchos fósiles han sido identificados y datados. Los más antiguos tienen 3.500 millones de años, y confirman que toda la vida está relacionada en un gran árbol, en cuya base se encuentra un organismo muy simple.

¿Cómo evolucionaron los ojos?

Para Darwin, nuestros órganos provenían de estructuras simples y llegaron a tener funciones muy complejas. Sus críticos argumentaron que, por ejemplo, un ojo con menos capacidades no es útil. Pero él creía que era preferible un ojo de­fectuoso a ninguno, y se ba­saba en que muchos invertebrados marinos ven en blanco y negro, pero es suficiente para ellos. Otros solo captan la luz, como los gusanos. Únicamente los vertebrados y los cefalópodos tienen un ojo que cambia de tamaño para enfocar. Estudios genéticos han confirmado el argumento de Darwin: el ojo de los vertebrados y el de los invertebrados más simples comparten los mismos genes de desarrollo.

¿Cuantas especies hay en la Tierra?

Darwin no tenía dudas: sabía que la vida en la Tierra es muy diversa. Lo que aún desconocía era el número aproximado de especies que pueblan nuestro planeta. De he­cho, esta observación puso a prueba la fe religiosa que se le había inculcado de pequeño. Afortunadamente, esta no superó a la capacidad de librepensador que heredó de su padre (médico) y de su abuelo, Erasmus Darwin (filósofo que creó La Sociedad Lunar, un grupo de discusión de naturalistas e industrialistas). Así, la explicación religiosa no le bastaba a Darwin. Y cuando hizo el viaje alrededor del mundo a bordo del Beagle en la década de 1830 descubrió que todas las islas del
Océano Pacífico estaban pobladas con diferentes especies de aves, propias de cada isla. Este hecho le llevó a cuestionarse: ¿por qué Dios necesitaría crear tantos miles de especies de aves, muchas de ellas solo presentes en una isla, cuando unos pocos cientos de especies serían suficientes? Darwin calculaba que exis­tían cientos de miles de especies. Hoy, cuando aún se siguen descubriendo nuevas, sabemos que hay millones. Pero cuántas to­davía se discute. Algunos dicen 10 millones, y otros 100 millones.

¿Hay condiciones imposibles para la vida?

Al primer evolucionista también le impresionaron las extraordinariamente difíciles condiciones en las que viven algunas especies. Durante su viaje le llamaron la atención los pingüinos, que sobreviven a orillas de mares helados, así como crustáceos que tienen su hábitat bajo el hielo. Pero Darwin se habría sorprendido más si hubiera conocido la vida de algunos microbios que se han descubierto recientemente y se denominan “extremófilos”. Algunos de ellos viven en fuentes termales donde el agua está hirviendo, otros pasan sus días bajo cientos de metros de hielo antártico, y otros incluso llegan a hacer del ácido sulfúrico concentrado en cuevas oscuras su hogar. El estudio de extremófilos nos da fuertes indicios sobre el origen de la vida en condiciones de ausencia de oxígeno, y acerca de la posibilidad de vida en otros planetas.

¿Por qué los dinosaurios eran tan grandes ?

Según algunos contemporáneos de Darwin, los dinosaurios tenían ese tamaño porque eran más avanzados fisiológicamente y tenían sangre caliente. Los geólogos, por su parte, lo atribuían al clima del Mesozoico: cálido y con abundante alimento. Hoy, gracias a estudios óseos, sabemos que nunca fueron fisiológicamente más avanzados. Su crecimiento se debía a que, si bien na­cían de huevos, como los reptiles, durante su etapa juvenil (5-15 años) crecían a un ritmo más rápido, similar al de los actuales mamíferos.

¿El hombre modifica la evolución?

En aquellos tiempos solo se pensaba que los avances harían la vida más confortable. Pero hoy se comienza a reconocer que muchos procesos industriales perjudican a la Tierra. Gracias a los ordenadores y a una mejor comprensión del clima en el pasado geológico, los científicos son capaces de predecir el futuro y probar que la Tierra es vulnerable. Darwin no se habría sorprendido: él era consciente de que los seres humanos podemos interferir en el equilibrio natural: el resultado de millones de años de evolución.