Tamaño. Un dibujo diminuto es síntoma de retraimiento e incluso fragilidad emocional. Si ocupa toda la hoja: extraversión, alegría. Excesivamente grande: excentricidad, baja aceptación de las normas y agresividad.

Un árbol pequeño. Denota precaución, modestia. Alto: inquietud por crecer, ambición e idealismo. Con ancho proporcionado: equilibrio, templanza.

Raíces. Si se dibujan muchas, denota apego positivo a la madre y/o familia. Representan también los cimientos para una personalidad afectivamente sana. Si el tamaño es desproporcionado: búsqueda angustiosa de estabilidad emocional. Su ausencia sugiere inseguridad emocional.

Suelo. Suele omitirse hasta los nueve o diez años. A partir de esta edad, expresa el modo de afrontar la vida. Firme y bien trazado: claridad de ideas, voluntad de crecer. Ondulado: sensibilidad y tendencia a evitar enfrentamientos. En zigzag: entusiasmo y cierta agresividad. Ausencia: fragilidad y desesperanza.

Tronco. Recto: rigidez, disciplina. Con líneas onduladas: flexibilidad, sociabilidad. Líneas muy retorcidas: sufrimiento emocional, sentimientos de culpabilidad.Muy delgado. Revela inestabilidad, poca iniciativa, debilidad.Un tronco Grueso es señal de firmeza, autoridad, energía. Pero si ese grosor es excesivo, revela exaltación del yo, terquedad, autoritarismo.

Ramas. Hacia arriba: optimismo, extraversión. Acabadas en punta: impulsividad, agresividad, necesidad de defensa. Hacia abajo: pesimismo, decaimiento, desasosiego. Con refinamiento: sensibilidad, con tendencia a la tristeza. Ramas ascendentes y descendentes: falta de criterio, inestabilidad, sumisión, presencia simultánea de euforia y desaliento.

Copa. Pequeña: Introversión, miedo timidez. Grande: imaginación, idealismo, extraversión. Excesivamente grande: exhibicionismo, vanidad, falta de control de la fantasía. Proporcionada: equilibrio, realismo, reflexión.

Hojas cayendo del árbol. Señal de timidez, melancolía, susceptibilidad.

Presencia de frutos. Significa generosidad, capacidad de trabajo, sociabilidad. Si están en el suelo: decepción, inquietud, agitación emocional.

Redacción QUO