Aunque los elefantes son animales grandes y longevos, factores que aumentan el riesgo de cáncer, raramente sufren esta enfermedad

Un nuevo estudio podría explicar el misterio de por qué los elefantes raramente padecen cáncer. El ADN de los elefantes tiene varias copias de los denominados “genes supresores de tumores”. Estos genes protegen el ADN, evitando que surjan mutaciones malignas que puedan desencadenar un cáncer.

El cáncer es actualmente la segunda causa de muerte en el mundo. Durante el año 2018 murieron 9,6 millones de personas debido a esta enfermedad. El número de personas diagnosticadas aumenta cada año por lo que conocer las causas del cáncer y buscar un tratamiento es prioritario. Puede que parte de la solución al problema la tengan los elefantes.

Las células de cualquier organismo se dividen para dar lugar a nuevas células hijas. Cuando una célula se deteriora, sufre alguna mutación, o ya se ha dividido demasiadas veces, entra en apoptosis, la muerte celular programada, para evitar que haya células defectuosas en el organismo.

Sin embargo, en ocasiones los genes que inducen a la apoptosis también están alterados, y las células se siguen multiplicando sin control a pesar estar dañadas. De este modo surgen los tumores.

El elefante es el mamífero terrestre más grande de la Tierra, vive unos 70 años y puede pesar unas seis toneladas. Para alcanzar este tamaño sus células han tenido que multiplicarse muchas veces. Por otro lado, su larga vida también obliga a sus células dividirse más veces en comparación con otros mamíferos que viven menos.

La combinación de ambos factores en general aumenta la posibilidad de que ocurran fallos en la división celular y se altere el ADN. Estas mutaciones podrían llevar al desarrollo del cáncer. Sin embargo, los elefantes raramente sufren esta enfermedad.

El gen p53, el policía del cáncer

Una investigación de la Universidad de Buffalo y la Universidad de California ha comprobado que los elefantes tienen copias extra del gen p53, un conocido “gen supresor de tumores”. El gen p53 es fundamental para el control del ciclo celular, ya que conduce a la célula a la apoptosis cuando es necesario. Cuando este gen sufre una mutación, las células dañadas no serán eliminadas correctamente, y aumentan las posibilidades de sufrir cáncer. Como los elefantes tienen varias copias del gen p53, están más protegidos de estas mutaciones dañinas.

Los elefantes tienen varias copias del gen p53 que protege contra las mutaciones que causan cáncer

Los científicos han observado que esta característica no es única de los elefantes, algunos de sus antepasados también tenían varias copias del gen p53. Incluso hay otros animales evolutivamente cercanos al elefante que presentan aun un mayor número de copias. Esto hace pensar que esta mutación que evitaba la aparición de tumores surgió hace tiempo y facilitó la evolución de los grandes cuerpos de estos animales. Podríamos decir que la evolución encontró una forma de reducir el riesgo de cáncer.

Hay mamíferos pequeños, que también tienen copias extra del gen p53. Por ejemplo, las musarañas, que pertenecen al grupo de los afroterios como los elefantes, o los perezosos y armadillos del grupo de los xenartos. Esto explicaría la existencia de perezosos gigantes y megarmadillos en la Edad de Hielo.

Para completar el estudio decidieron comprobar si en el ADN de los elefantes existían copias extra de otros supresores de tumores. Los investigadores descubrieron que los elefantes tienen muchas copias adicionales de diferentes genes. También observaron que su genoma tiene otros genes que protegen a las células de daños como el estrés oxidativo y el envejecimiento. La combinación de todos estos factores contribuye a la resistencia al cáncer de los elefantes.

REFERENCIA

Pervasive duplication of tumor suppressors in Afrotherians during the evolution of large bodies and reduced cancer risk