Chiquito, pero matón. Se llama ULX P13 y es un agujero negro de tamaño pequeño pero con un apetito digno del mismísimo Gargantua.

Hace tres décadas, uno de los primeros telescopios espaciales capaces de captar rayos X en el espacio detectó un tipo de objeto desconocido que brillaba en rayos X más que cualquier estrella, y se bautizó a estos nuevos objetos con el nombre de fuentes X ultraluminosas o ULX. Desde el primer momento se pensó que el origen tenía que ser un agujero negro de tamaño mediano. Pero ahora, investigadores de la Universidad de Estrasburgo (Francia) y del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) , han logrado descifrar este misterio. Tal y como informa la revista Nature, donde han publicado los resultados de su descubrimiento, el origen de esa fuente ultraluminosa es un agujero negro de tamaño muy modesto (inferior a quince masas solares), que ha sido bautizado como ULX P13. Y la causa de su potente brillo es su voraz apetito, ya que «come» a una velocidad diez veces superior a lo que se creía posible.

ULX P13 está a 12 millones de años luz de nuestro planeta y realmente es un cuerpo formado por dos objetos: una estrella supergigante con veinte veces la masa del Sol y el agujero negro, que completa una órbita en torno a la estrella en 64 días, mientras absorbe parte de la masa de su compañera.

Redacción QUO