Solo una vez en su vida ha dudado Julio Mayol sobre su carrera: cuando tenía cinco años decidió que quería ser cirujano en vez de, como hasta entonces había pensado, ginecólogo. Así, al cumplir apenas su primer lustro de vida, y proviniendo de una familia humilde sin ningún antecedente de médicos en ella, eligió una profesión en la que se ha acabado convirtiendo en uno de los más innovadores especialistas.

Curiosamente, algunas de las mejores cosas que hace este médico las hace fuera de los quirófanos. Su labor se centra en dar más poder al paciente. “Lo cierto es que la palabra empoderamiento no me gusta mucho, porque prefiero hablar de desmontar la complejidad. A lo largo de los años hemos desarrollado un sistema científico y técnico muy complejo, de tal manera que necesitamos cada vez más especialistas. Una de las obligaciones de los responsables de la medicina pasa por desmenuzar esa complejidad y acercársela a la gente; hacer que los pacientes puedan organizarse su propia vida y sean cada vez menos dependientes de los médicos. Y las tecnologías digitales nos permiten hacerlo”.

La Unidad de Innovación del Hospital Clínico de Madrid trabaja en ese acercamiento de la realidad médica a los pacientes a través de las redes sociales y las nuevas tecnologías. Uno de sus estrenados productos es una aplicación de móvil, Kids Beating Asthma, que acaba de publicar su última versión gratuita, de la que ya se están beneficiando decenas de niños y adolescentes con asma y sus familias, y que les sirve para conocer mejor su enfermedad. Esta app define la máxima de este madrileño: “La curación empieza por la comunicación. Si como médico no te comunicas, eso significa que has fracasado”.

Mayol es una persona tremendamente conectada, que defiende de manera absoluta el valor de las redes sociales, tanto las presenciales de toda la vida como las que están basadas en las nuevas tecnologías. Terminó la carrera en España, pero amplió su experiencia durante varios años en el prestigioso Beth Israel, uno de los hospitales de la Facultad de Medicina de Harvard, en Boston. Y todavía tiene relación con los médicos y científicos con los que trabajó allí: en la distancia, las redes sociales ayudan a cohesionar una relación profesional que le ha permitido realizar numerosas colaboraciones con investigadores y médicos de Estados Unidos. Un ejemplo es el consorcio M+Visión, que une a la Comunidad de Madrid con el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) para fomentar el conocimiento y el liderazgo dentro del campo de las nuevas tecnologías en imagen biomédica.

Su pasión por las redes sociales le llevó a convertir al Clínico en el primer hospital en tuitear en directo una cirugía. “Twitter, como el resto de redes sociales, te permite conectar con más gente. Y todo lo que te permite conectar con más gente es siempre bueno para ti”. La experiencia vital de Mayol, que le ha permitido llegar a la excelencia sin haber sido nunca ni el primero ni de los primeros de su clase, puede servir para saber cómo orientar las carreras de muchísimas personas con una gran potencialidad, pero que no siempre acaban desarrollando sus capacidades. Desde el principio, su carrera ha seguido una consigna: romper con lo establecido. ¿Qué otra cosa es, si no, proponer que el paciente ayude a su médico a curarle a base de píldoras de información responsable?

“Uno de los problemas de nuestro sistema educativo consiste en que está organizado para que todo el mundo termine siendo catedrático. Y algunos acabarán siéndolo, pero no podemos esperar que todos lo sean”. Para transformar, necesitamos gente que vaya por delante. Y continúa en tono jocoso: “Es cierto que los exploradores tienen más mortalidad que los granjeros”. Pero, insiste Mayol ya más seriamente, “son los únicos capaces de convertirse en el motor del sistema y de crear un futuro mejor. Les necesitamos para no quedarnos donde estamos”.

Y este cirujano, desde luego, no pretende dar lecciones de optimismo: “¿Sabes cómo se distingue a un explorador? Porque es el que lleva flechas clavadas en la espalda”. Pero entiende que la transformación es absolutamente necesaria y, al menos para algunos, imprescindible.

Un cirujano online

 Mayol (Madrid, 22 de junio de 1963) aúna numerosos puestos, cada uno de los cuales serviría para inundar de prestigio científico a un único profesional. Es profesor de Cirugía en la Universidad Complutense de Madrid, responsable de la Unidad de Cirugía Colorrectal del Hospital San Carlos de Madrid, donde también dirige el servicio de innovación, y codirector del M+Visión, un consorcio formado por la Comunidad de Madrid y el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

 

Y en el próximo número…

 Josep Escoda: Ex atleta de esquí acrobático, es director científico y tecnológico del Centre d’Alt Rendiment de Sant Cugat, donde promociona el uso de la tecnología sostenible para mejorar el rendimiento

 

Pacientes inteligentes

 En caso de contar con el premio de 3.000 euros de Mazda, Julio Mayol los destinaría a una nueva aplicación gratuita para móviles para ayudar a los pacientes a conocer su enfermedad.